II Crónicas, 24
17. Después de la muerte de Yehoyadá vinieron los jefes de Judá a postrarse delante del rey, y entonces el rey les prestó oído.
17. Después de la muerte de Yehoyadá vinieron los jefes de Judá a postrarse delante del rey, y entonces el rey les prestó oído.
“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina