7. Pero Yahveh dijo a Samuel: «No mires su apariencia ni su gran estatura, pues yo le he descartado. La mirada de Dios no es como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias, pero Yahveh mira el corazón.»





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina