32. Pero eso sí, que aquel a quien le encuentres tus dioses no quede con vida. Delante de nuestros hermanos reconoce lo tuyo que yo tenga y tómatelo.» En efecto, Jacob ignoraba que Raquel los había robado.





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina