Cattolica Bibbia
 

Salmos, 96

11. Que se alegre el cielo y goce la tierra, que retumbe el mar y todo lo que encierra,

Versi relativi a Salmos, 96:

El Salmo 96 es un himno de alabanza y adoración a Dios, que describe la grandeza y la majestad del Señor, e insta a todas las naciones y pueblos a rendirse a él adoración y gloria. Los versos seleccionados a continuación resaltan algunos de los temas presentes en el Salmo 96:

Isaías 52:7 - "Qué hermosos son los pies del mensajero que anuncia la paz, lo que trae buenas noticias, que proclama la salvación, que le dice a Sión:" ¡Su Dios reina! " son traídos por el Señor, que es el rey de todo el universo.

1 Crónicas 16:23-24 - "¡Canta al Señor, todas las tierras! ¡Anuncio día tras día, su salvación! ¡Proclamos su gloria entre las naciones, sus maravillosas obras entre todos los pueblos!" Este versículo insta a todas las naciones a proclamar la gloria y las maravillas del Señor.

Apocalipsis 15:4 - "¿Quién no temerá, Señor, y no glorificará su nombre? Porque solo tú eres santo; para que todas las naciones vendrán y serán postradas ante ti, porque tus actos de justicia se han manifestado". Este versículo habla sobre la santidad y la justicia del Señor, y la adoración que todas las naciones le proporcionarán.

Salmo 29:2 - "Ríndete al Señor la gloria debido a tu nombre, adora al Señor en la belleza de la santidad". Este versículo destaca la importancia de generar adoración y adoración al Señor.

Salmo 145:10-12 - "Todas tus obras te alabarán, Señor, y tus fieles te bendecirán. Hablarán de la gloria de tu reino y proclamarán tu poder, para que todos puedan saber de tus poderosos hechos, las maravillosas obras que solo tú puedes hacerlo ". Este versículo destaca la grandeza y la majestad del Señor, y cómo sus poderosas obras son proclamadas por sus fieles.





“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina