41. dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año, para el sacrificio de reconciliación. Ésta fue la ofrenda de Selumiel, hijo de Surisaday.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina