18. Y les conté cómo Dios me había protegido y las palabras que el rey me había dirigido. Ellos exclamaron: "¡Ea, emprendamos la construcción!". Y se animaron mutuamente para esta hermosa tarea.





“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina