5. El fuego permanecerá siempre encendido sobre el altar, sin apagarse nunca. El sacerdote añadirá cada mañana nueva leña, pondrá encima el holocausto y quemará las grasas de los sacrificios de reconciliación.





“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina