1. Después me dieron una caña como de una vara, y me dijeron: "Levántate y mide el templo de Dios, el altar y a los adoradores que hay en él;





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina