10. Tomé el librito de la mano del ángel y me lo comí; era dulce como la miel en mi boca, pero en cuanto me lo comí se me llenaron de amargura las entrañas.





“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina