14. Caleb echó de allí a los tres hijos de Anaq: Sesay, Ajimán y Talmay, descendientes de Anaq.





“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina