20. En esta situación, el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amós, oraron y clamaron al cielo.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina