9. Judit se enteró de las amargas quejas que el pueblo, descorazonado por la falta de agua, había dirigido al jefe de la ciudad. También se enteró de la respuesta que les había dado Ozías, cuando juró entregar la ciudad a los asirios en el término de cinco días.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina