22. Los que habían tendido la emboscada también salieron de la ciudad para atacarlos, de manera que la gente de Ai quedó atrapada en medio de los israelitas, que avanzaban unos por un lado y otros por el otro. Así los derrotaron sin dejar ningún sobreviviente o fugitivo.





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina