1. A sí habla el Señor a su ungido, a Ciro, a quien tomé de la mano derecha, para someter ante él a las naciones y desarmar a los reyes, para abrir ante él las puertas de las ciudades, de manera que no puedan cerrarse.





“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina