32. hasta que venga yo y los lleve a un país como el de ustedes, un país de trigo y vino nuevo, un país de pan y viñedos, un país de olivares, de aceite fresco y de miel; así ustedes vivirán y no morirán. Pero no escuchen a Ezequías, porque él los seduce, diciendo: "El Señor nos librará".





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina