Fondare 127 Risultati per: servidores

  • Entonces dijo a sus servidores: "Buscadme una mujer dedicada a la nigromancia para que vaya a consultarla". Sus servidores le respondieron: "En Endor hay una mujer que se dedica a la nigromancia". (I Samuel 28, 7)

  • Él no quería comer; pero sus servidores y la mujer le insistieron tanto que, por fin, aceptó. Se levantó del suelo y se sentó a la mesa. (I Samuel 28, 23)

  • Lo presentó a Saúl y sus servidores. Ellos comieron, se levantaron y partieron aquella misma noche. (I Samuel 28, 25)

  • Y el rey dijo a sus servidores: "¿No os dais cuenta de que hoy ha caído en Israel un príncipe y un gran hombre? (II Samuel 3, 38)

  • David ordenó a sus servidores que los matasen. Les cortaron las manos y los pies y los colgaron cerca de la piscina de Hebrón. Tomaron también la cabeza de Isbaal y la enterraron en el sepulcro de Abner, en Hebrón. (II Samuel 4, 12)

  • Cuando David volvió a su casa para bendecirla, Mical, hija de Saúl, le salió al encuentro y le dijo: "¡Qué bien ha quedado hoy el rey de Israel desnudándose ante la vista de las criadas de sus servidores, como lo haría un hombre cualquiera!". (II Samuel 6, 20)

  • David se dijo: "Yo trataré con benevolencia a Janún, hijo de Najás, como su padre me trató a mí". David le envió una embajada de pésame por la muerte de su padre. Pero cuando los servidores de David llegaron a la tierra de Amón, (II Samuel 10, 2)

  • Urías se acostó a la puerta del palacio con los servidores de su señor y no fue a su casa. (II Samuel 11, 9)

  • Al día siguiente David le invitó a comer y beber con él, y Urías se emborrachó; por la tarde salió a acostarse en su cama con los servidores de su señor, pero no fue a su casa. (II Samuel 11, 13)

  • Los hombres de la ciudad hicieron una salida para atacar a Joab; cayeron muchos del ejército y de los servidores de David y murió también Urías, el hitita. (II Samuel 11, 17)

  • Al séptimo día murió el niño. Los servidores de David tenían miedo de decírselo, pues pensaban: "Si, cuando el niño vivía, le hablábamos y no quiso escucharnos, ¿cómo le diremos que el niño ha muerto? Hará un desatino". (II Samuel 12, 18)

  • David se dio cuenta de que sus servidores cuchicheaban entre sí y comprendió que el niño había muerto. David les preguntó: "¿Ha muerto el niño?". Le respondieron: "Sí, ha muerto". (II Samuel 12, 19)


“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina