Fondare 402 Risultati per: reino

  • El resto de la historia de Jeroboán, las guerras que hizo y cómo reinó, está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel. (I Reyes 14, 19)

  • Jeroboán reinó veintidós años. A su muerte le sucedió en el trono su hijo Nadab. (I Reyes 14, 20)

  • Roboán, hijo de Salomón, reinó en Judá. Tenía cuarenta y un años cuando subió al trono, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad elegida por el Señor entre todas las tribus de Israel para morada de su nombre. Su madre se llamaba Naamá, la amonita. (I Reyes 14, 21)

  • Reinó tres años en Jerusalén. Su madre, hija de Absalón, se llamaba Macá. (I Reyes 15, 2)

  • Reinó en Jerusalén cuarenta y un años. Su abuela, hija de Absalón, se llamaba Macá. (I Reyes 15, 10)

  • Nadab, hijo de Jeroboán, subió al trono de Israel el año segundo de Asá, rey de Judá, y reinó sobre Israel dos años. (I Reyes 15, 25)

  • El año tercero de Asá, rey de Judá, subió al trono Basá, hijo de Ajías, sobre todo Israel, en Tirsá. Reinó veinticuatro años. (I Reyes 15, 33)

  • El año veintiséis de Asá, rey de Judá, empezó a reinar Elá, hijo de Basá, sobre Israel, en Tirsá. Reinó dos años. (I Reyes 16, 8)

  • El año veintisiete de Asá, rey de Judá, subió al trono Zimrí. Reinó siete días en Tirsá. Mientras el pueblo estaba sitiando a Guibetón de los filisteos, (I Reyes 16, 15)

  • El año treinta y uno de Asá, rey de Judá, comenzó a reinar Omrí sobre Israel. Reinó doce años, seis en Tirsá. (I Reyes 16, 23)

  • Ajab, hijo de Omrí, empezó a reinar sobre Israel el año treinta y ocho de Asá, rey de Judá, y reinó sobre Israel en Samaría veintidós años. (I Reyes 16, 29)

  • ¡Vive el Señor, tu Dios!, que no hay pueblo ni reino donde mi amo no haya mandado a buscarte, y cuando se respondía que no estabas allí, hacía jurar a aquel reino o pueblo que no te había encontrado; (I Reyes 18, 10)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina