Fondare 2182 Risultati per: mar

  • Y dijo: "Dios me ha hecho un buen regalo. Esta vez sí que se quedará conmigo mi marido, porque le he dado seis hijos". Y le llamó Zabulón. (Génesis 30, 20)

  • Jacob mandó llamar a Raquel y a Lía al campo donde estaba el rebaño, (Génesis 31, 4)

  • yo no soy digno de todos tus favores y de todo el bien que has hecho a tu siervo, pues pasé este Jordán sólo con mi bastón y ahora puedo formar dos campamentos. (Génesis 32, 11)

  • Tú me has dicho: Yo te haré el bien y haré tu descendencia como la arena del mar, tan numerosa que no se puede contar". (Génesis 32, 13)

  • Esaú dijo: "Pongámonos en marcha, yo iré junto a ti". (Génesis 33, 12)

  • Sólo entonces os daremos nuestras hijas y tomaremos para nosotros las vuestras; viviremos con vosotros y formaremos un solo pueblo. (Génesis 34, 16)

  • Pero si no os avenís a ello y no queréis circuncidaros, tomaremos a nuestra hija y nos iremos". (Génesis 34, 17)

  • "Estos hombres son gente de paz; que se queden a vivir con nosotros en el país y que se muevan en él con plena libertad, pues hay por todas partes espacio suficiente para ellos. Nosotros tomaremos a sus hijas por mujeres y a ellos les daremos las nuestras. (Génesis 34, 21)

  • Pero estos hombres se avienen a vivir con nosotros, para formar un solo pueblo, con la condición de que todos nuestros varones se circunciden como lo están ellos. (Génesis 34, 22)

  • Al tercer día, cuando el dolor era más fuerte, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, entraron a mansalva en la ciudad y mataron a todos los varones. (Génesis 34, 25)

  • Pasaron por la espada a Jamor y a su hijo Siquén, recogieron a Dina de la casa de Siquén y se marcharon. (Génesis 34, 26)

  • diciendo: "Tu nombre es Jacob, pero ya no te llamarás Jacob; tu nombre será Israel". Y le llamó Israel. (Génesis 35, 10)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina