Fondare 47 Risultati per: Maldito

  • Por tanto, maldito seas lejos de la tierra que ha abierto sus fauces para empaparse con la sangre de tu hermano derramada por ti. (Génesis 4, 11)

  • y dijo: "¡Maldito sea Canaán! Sea el último de los esclavos de sus hermanos". (Génesis 9, 25)

  • Que los pueblos te sirvan y las naciones se inclinen ante ti. Sé señor de tus hermanos e inclínense ante ti los hijos de tu madre. Maldito sea el que te maldiga y bendito el que te bendiga". (Génesis 27, 29)

  • Maldito su furor, tan violento, y su cólera, tan cruel. Los repartiré en Jacob, los dispersaré en Israel. (Génesis 49, 7)

  • ¿Para qué nos sacasteis de Egipto y nos trajisteis a este lugar maldito? Un lugar en el que no se puede sembrar nada, que no tiene viñas, ni higueras, ni granados, y donde ni siquiera hay agua para beber". (Números 20, 5)

  • Ven, por favor, y maldice a este pueblo, que es más numeroso que yo; a ver si podemos derrotarlo y expulsarlo, pues yo sé que es bendito aquel a quien tú bendices y maldito aquel a quien tú maldices". (Números 22, 6)

  • Se agazapa, se echa como un león, como una leona. ¿Quién lo levantará? ¡Bendito sea el que te bendiga, y maldito el que te maldiga!". (Números 24, 9)

  • su cadáver no podrá quedar allí durante la noche, sino que lo enterrarás el mismo día, pues el que muere colgado de un árbol es maldito de Dios, y tú no debes manchar la tierra que el Señor, tu Dios, te da en heredad. (Deuteronomio 21, 23)

  • ¡Maldito el hombre que haga un ídolo tallado o fundido, cosa horrible para el Señor, obra de artífice, y lo ponga en lugar oculto! Y todo el pueblo responderá: ¡Amén! (Deuteronomio 27, 15)

  • ¡Maldito el que desprecie a su padre y a su madre! Y todo el pueblo responderá: ¡Amén! (Deuteronomio 27, 16)

  • ¡Maldito el que corra los límites de la heredad del prójimo! Y todo el pueblo responderá: ¡Amén! (Deuteronomio 27, 17)

  • ¡Maldito el que desoriente al ciego en su camino! Y todo el pueblo responderá: ¡Amén! (Deuteronomio 27, 18)


“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina