Fondare 103 Risultati per: Kilos

  • Emplearás treinta y tres kilos de oro puro para hacer el candelabro y todos sus utensilios. (Exodo 25, 39)

  • Con el de la mañana ofrecerás cuatro kilos y medio de flor de harina amasada con dos litros de aceite puro de oliva y una libación de dos litros de vino. (Exodo 29, 40)

  • "Procúrate aromas: seis kilos de mirra pura; la mitad, o sea tres, de cinamomo aromático, y otros tres de caña aromática; (Exodo 30, 23)

  • seis kilos de casia, según el peso del santuario, y cuatro litros y medio de aceite de oliva. (Exodo 30, 24)

  • Empleó treinta y tres kilos de oro puro para hacer el candelabro y sus utensilios. (Exodo 37, 24)

  • Todo el oro empleado en la obra para la construcción del santuario, procedente de las ofrendas, fue de unos mil ciento cincuenta y cinco kilos, según el peso del santuario. (Exodo 38, 24)

  • La plata recogida en el censo de la comunidad sumó unos tres mil seiscientos veinte kilos, según el peso del santuario. (Exodo 38, 25)

  • Unos tres mil cuatrocientos cincuenta kilos de plata se gastaron en la fundición de las basas del santuario y de la cortina, cien basas, a treinta y cuatro kilos y medio por basa. (Exodo 38, 27)

  • El bronce de las ofrendas ascendió a unos dos mil cuatrocientos treinta kilos. (Exodo 38, 29)

  • Si sus posibilidades no llegan tampoco al par de tórtolas o de pichones, presentará como ofrenda por su pecado cuatro kilos y medio de flor de harina sin mezclar aceite ni poner incienso, pues es un sacrificio por el pecado. (Levítico 5, 11)

  • "Ésta será la ofrenda que Aarón y sus hijos harán al Señor el día de su consagración: cuatro kilos y medio de flor de harina como ofrenda perpetua, mitad por la mañana y mitad por la tarde. (Levítico 6, 13)

  • El día octavo tomará dos corderos sin defecto, una cordera de un año sin defecto, trece kilos de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda y medio litro de aceite. (Levítico 14, 10)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina