Fondare 108 Risultati per: tinieblas

  • Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las tinieblas. (Juan 12, 46)

  • El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el Día grande del Señor. (Hechos 2, 20)

  • Pues ahora, mira la mano del Señor sobre ti. Te quedarás ciego y no verás el sol hasta un tiempo determinado.» Al instante cayeron sobre él oscuridad y tinieblas y daba vueltas buscando quien le llevase de la mano. (Hechos 13, 11)

  • para que les abras los ojos; para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios; y para que reciban el perdón de los pecados y una parte en la herencia entre los santificados, mediante la fe en mí." (Hechos 26, 18)

  • y te jactas de ser guía de ciegos, luz de los que andan en tinieblas, (Romanos 2, 19)

  • La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz. (Romanos 13, 12)

  • Así que, no juzguéis nada antes de tiempo hasta que venga el Señor. El iluminará los secretos de las tinieblas y pondrá de manifiesto los designios de los corazones. Entonces recibirá cada cual del Señor la alabanza que le corresponda. (I Corintios 4, 5)

  • Pues el mismo Dios que dijo: De las tinieblas brille la luz, ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la faz de Cristo. (II Corintios 4, 6)

  • ¡No unciros en yugo desigual con los infieles! Pues ¿qué relación hay entre la justicia y la iniquidad? ¿Qué unión entre la luz y las tinieblas? (II Corintios 6, 14)

  • sumergido su pensamiento en las tinieblas y excluidos de la vida de Dios por la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su cabeza (Efesios 4, 18)

  • Porque en otro tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Vivid como hijos de la luz; (Efesios 5, 8)

  • y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, antes bien, denunciadlas. (Efesios 5, 11)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina