Fondare 25 Risultati per: quebranto

  • Los quebranto, no pueden levantarse, sucumben debajo de mis pies. (II Samuel 22, 39)

  • los quebranto, no pueden levantarse, sucumben debajo de mis pies. (Salmos 18, 39)

  • Con quebranto en mis huesos mis adversarios me insultan, todo el día repitiéndome: ¿En dónde está tu Dios? (Salmos 42, 11)

  • Pues las puertas de bronce quebrantó, y los barrotes de hierro hizo pedazos. (Salmos 107, 16)

  • Judas vio que su ejército estaba desbandado y que la batalla le apremiaba, y se le quebrantó el corazón, pues no había tiempo de volverlos a juntar. (I Macabeos 9, 7)

  • A los ojos de los insensatos pareció que habían muerto; se tuvo por quebranto su salida, (Sabiduría 3, 2)

  • Pues él aplastó a los enemigos del contorno, aniquiló a los filisteos, sus adversarios, para siempre quebrantó su cuerno. (Eclesiástico 47, 7)

  • Padecerán quebranto rebeldes y pecadores a una, y los desertores de Yahveh se acabarán. (Isaías 1, 28)

  • Estas dos cosas te han acaecido - ¿quién te conduele? - saqueo y quebranto, hambre y espada - ¿quién te consuela? - (Isaías 51, 19)

  • Sus pies corren al mal y se apresuran a verter sangre inocente. Sus proyectos son proyectos inicuos, destrucción y quebranto en sus caminos. (Isaías 59, 7)

  • No se oirá más hablar de violencia en tu tierra, ni de despojo o quebranto en tus fronteras, antes llamarás a tus murallas «Salvación» y a tus puertas «Alabanza». (Isaías 60, 18)

  • ¡Izad bandera hacia Sión! ¡Escapad, no os paréis! Porque yo traigo una calamidad del norte y un quebranto grande. (Jeremías 4, 6)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina