Fondare 412 Risultati per: hermano

  • Podrás apremiar al extranjero, pero a tu hermano le concederás la remisión de lo que te debe. (Deuteronomio 15, 3)

  • Si hay junto a ti algún pobre de entre tus hermanos, en alguna de las ciudades de tu tierra que Yahveh tu Dios te da, no endurecerás tu corazón ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre, (Deuteronomio 15, 7)

  • Cuida de no abrigar en tu corazón estos perversos pensamientos: «Ya pronto llega el año séptimo, el año de la remisión», para mirar con malos ojos a tu hermano pobre y no darle nada; él apelaría a Yahveh contra ti y te cargarías con un pecado. (Deuteronomio 15, 9)

  • Pues no faltarán pobres en esta tierra; por eso te doy yo este mandamiento: debes abrir tu mano a tu hermano, a aquel de los tuyos que es indigente y pobre en tu tierra. (Deuteronomio 15, 11)

  • Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se vende a ti, te servirá durante seis años y al séptimo le dejarás libre. (Deuteronomio 15, 12)

  • deberás poner sobre ti un rey elegido por Yahveh, y a uno de entre tus hermanos pondrás sobre ti como rey; no podrás darte por rey a un extranjero que no sea hermano tuyo. (Deuteronomio 17, 15)

  • Los jueces indagarán minuciosamente, y si resulta que el testigo es un testigo falso, que ha acusado falsamente a su hermano, (Deuteronomio 19, 18)

  • haréis con él lo que él pretendía hacer con su hermano. Así harás desaparecer el mal de en medio de ti. (Deuteronomio 19, 19)

  • Si ves extraviada alguna res del ganado mayor o menor de tu hermano, no te desentenderás de ella, sino que se la llevarás a tu hermano. (Deuteronomio 22, 1)

  • Y si tu hermano no es vecino tuyo, o no le conoces, la recogerás en tu casa y la guardarás contigo hasta que tu hermano venga a buzscarla; entonces se la devolverás. (Deuteronomio 22, 2)

  • Lo mismo harás con su asno, con su manto, o con cualquier objeto perdido por tu hermano que tú encuentres; no puedes desentenderte. (Deuteronomio 22, 3)

  • Si ves caído en el camino el asno o el buey de tu hermano, no te desentenderás de ellos, sino que le ayudarás a levantarlos. (Deuteronomio 22, 4)


“Vive-se de fé, não de sonhos.” São Padre Pio de Pietrelcina