Fondare 410 Risultati per: estaban

  • Los hombres de Israel estaban en gran apuro aquel día y Saúl pronunció una imprecación sobre el pueblo: «Maldito el hombre que coma algo antes del anochecer, antes que me haya vengado de mis enemigos.» Y nadie del pueblo probó bocado. (I Samuel 14, 24)

  • Dejó David las cosas en manos del guardia de la impedimenta y corrió a las filas y fue a preguntar a sus hermanos cómo estaban. (I Samuel 17, 22)

  • Preguntó, pues, David a los hombres que estaban a su lado: «¿Qué se hará al hombre que mate a ese filisteo y aparte la afrenta de Israel? Pues ¿quién es ese filisteo incircunciso para injuriar a las huestes de Dios vivo?» (I Samuel 17, 26)

  • Oyó Saúl que David y los hombres que estaban con él habían sido descubiertos. Estaba Saúl en Guibeá, en el alto, debajo del tamarisco, con la lanza en la mano, rodeado de todos sus servidores. (I Samuel 22, 6)

  • Dijo pues el rey a los corredores que estaban a su lado: «Acercaos y dad muerte a los sacerdotes de Yahveh porque también su mano está con David y, sabiendo que él huía, no me lo hicieron saber.» Pero los servidores del rey no quisieron alzar su mano para herir a los sacerdotes de Yahveh. (I Samuel 22, 17)

  • Se levantaron y se fueron a Zif, precediendo a Saúl. Estaban David y sus hombres en el desierto de Maón, en la llanura, al sur del desierto. (I Samuel 23, 24)

  • Llegó a unos rediles de ganado junto al camino; había allí una cueva y Saúl entró en ella para hacer sus necesidades. David y sus hombres estaban instalados en el fondo de la cueva. (I Samuel 24, 4)

  • Se levantó David y llegó al lugar donde acampaba Saúl. Observó el sitio en que estaban acostados Saúl y Abner, hijo de Ner, jefe de su tropa. Dormía Saúl en el círculo del campamento, estando la tropa acampada en derredor de él. (I Samuel 26, 5)

  • David y Abisay se dirigieron de noche hacia la tropa. Saúl dormía acostado en el centro del campamento, con su lanza, clavada en tierra, a su cabecera; Abner y el ejército estaban acostados en torno a él. (I Samuel 26, 7)

  • David y las tropas que con él estaban alzaron su voz y lloraron hasta quedar sin aliento. (I Samuel 30, 4)

  • Continuó David la persecución con cuatrocientos hombres, quedándose doscientos que estaban demasiado fatigados para atravesar el torrente Besor. (I Samuel 30, 10)

  • Cuando los hombres de Israel que estaban del lado frontero del valle y del otro lado del Jordán vieron que las tropas de Israel se daban a la fuga y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron sus ciudades y huyeron; vinieron los filisteos y se establecieron en ellas. (I Samuel 31, 7)


“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina