Fondare 129 Risultati per: culpa

  • y no dirá ningún habitante: «Estoy enfermo»; al pueblo que allí mora le será perdonada su culpa. (Isaías 33, 24)

  • Hablad al corazón de Jerusalén y decidle bien alto que ya ha cumplido su milicia, ya ha satisfecho por su culpa, pues ha recibido de mano de Yahveh castigo doble por todos sus pecados. (Isaías 40, 2)

  • Todos nosotros como ovejas erramos, cada uno marchó por su camino, y Yahveh descargó sobre él la culpa de todos nosotros. (Isaías 53, 6)

  • Por culpa de su codicia me enojé y le herí, ocultándome en mi enojo. Pero el rebelde seguía su capricho. (Isaías 57, 17)

  • Porque vuestras manos están manchadas de sangre y vuestros dedos de culpa, vuestros labios hablan falsedad y vuestra lengua habla perfidia. (Isaías 59, 3)

  • No te irrites, Yahveh, demasiado, ni para siempre recuerdes la culpa. Ea, mira, todos nosotros somos tu pueblo. (Isaías 64, 8)

  • Porque, así te blanquees con salitre y te des cantidad de lejía, se te nota la culpa en mi presencia - oráculo del Señor Yahveh -. (Jeremías 2, 22)

  • Tan sólo reconoce tu culpa, pues contra Yahveh tu Dios te rebelaste, frecuentaste a extranjeros bajo todo árbol frondoso, y mi voz no oísteis - oráculo de Yahveh -. (Jeremías 3, 13)

  • Pero acaso digas en tus adentros: «¿Por qué me ocurren estas cosas?» Por tu gran culpa han sido alzadas tus faldas y han sido forzados tus calcañales. (Jeremías 13, 22)

  • Así dice Yahveh de este pueblo: ¡Cómo les gusta vagabundear!, no contienen sus pies. Pero Yahveh no se complace en ellos: ahora se va a acordar de su culpa y a castigar su pecado. (Jeremías 14, 10)

  • Reconocemos, Yahveh, nuestras maldades, la culpa de nuestros padres; que hemos pecado contra ti. (Jeremías 14, 20)

  • Los convertiré en espantajo para todos los reinos de la tierra, por culpa de Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, por lo que hizo en Jerusalén. (Jeremías 15, 4)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina