Fondare 36 Risultati per: opresión

  • También se les unieron y les prestaron su ayuda todos los que querían escapar de la opresión. (I Macabeos 2, 43)

  • Cuando Jonatán y el pueblo oyeron estas palabras, no les dieron crédito ni las aceptaron, porque se acordaban del enorme daño que Demetrio había causado a Israel y de la opresión a que los había sometido. (I Macabeos 10, 46)

  • La opresión puede enloquecer a un sabio, y los regalos pierden el corazón. (Eclesiastés 7, 7)

  • En medio de la angustia, Señor, acudimos a ti, clamamos en la opresión, cuando nos golpeaba tu castigo. (Isaías 26, 16)

  • Estarás afianzada en la justicia, lejos de la opresión, porque nada temerás, lejos del temor, porque no te alcanzará. (Isaías 54, 14)

  • Porque así habla el Señor de los ejércitos: ¡Talen sus árboles, levanten terraplenes contra Jerusalén! ¡Es la ciudad de la mentira, dentro de ella, todo es opresión! (Jeremías 6, 6)

  • Pero tú no tienes ojos ni corazón más que para tus ganancias, para derramar sangre inocente, para practicar la opresión y la violencia. (Jeremías 22, 17)

  • ¡Hasta en sus vestidos aparece su impureza! ¡Ella no pensó en el futuro, y cayó de manera portentosa, sin que nadie la consolara! "¡Mira, Señor, mi opresión, porque triunfa el enemigo!". (Lamentaciones 1, 9)

  • Recordar mi opresión y mi vida errante es ajenjo y veneno. (Lamentaciones 3, 19)

  • ¿Por qué me haces ver la iniquidad y te quedas mirando la opresión? No veo más que saqueo y violencia, hay contiendas y aumenta la discordia. (Habacuc 1, 3)

  • Tus ojos son demasiado puros para mirar el mal y no puedes contemplar la opresión. ¿Por qué, entonces, contemplas a los traidores y callas cuando el impío devora a uno más justo que él? (Habacuc 1, 13)

  • Yo he visto la opresión de mi Pueblo que está en Egipto, he oído sus gritos de dolor, y por eso he venido a librarlos. Ahora prepárate, porque he decidido enviarte a Egipto". (Hechos 7, 34)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina