Fondare 37 Risultati per: pensando

  • Estando ya para entrar en Egipto, dijo a Saray, su esposa: «Estoy pensando que eres una mujer hermosa. (Génesis 12, 11)

  • Ellos entonces nos perseguirán y se alejarán de la ciudad, pensando que huimos como la vez anterior. (Josué 8, 6)

  • Más bien hemos hecho esto pensando en el porvenir. Acaso algún día sus hijos pregunten a los nuestros: ¿Qué tienen ustedes de común con Yavé, Dios de Israel? (Josué 22, 24)

  • Saúl no dijo nada ese día, pensando que tal vez le había sucedido algo a David y que no estaba en situación de pureza. (1 Samuel 20, 26)

  • Todos somos mortales y así como el agua que se derrama en tierra no se puede recoger, así tampoco Dios devuelve la vida. Vaya, pues, pensando el rey cómo hacerlo para que el desterrado no siga lejos de él. (2 Samuel 14, 14)

  • (Los gabaonitas no pertenecían al pueblo de Israel, sino que eran descendientes de los amorreos. Habían hecho alianza con los israelitas y a pesar de ello, Saúl, en cierta ocasión, quiso exterminarlos, pensando hacer algo bueno para Israel y Judá.) (2 Samuel 21, 2)

  • Pues todos ellos querían asustarnos, pensando: Se van a desanimar tanto que no acabarán la reconstrucción. Yo, por el contrario, trabajé con mayores fuerzas. (Nehemías 6, 9)

  • tuvieron miedo y temblaban pensando en la suerte de Jerusalén y su Templo, (Judit 4, 2)

  • Cuando Mardoqueo despertó, entendió que Dios con ese sueño quería mostrarle algo. Anduvo todo el día pensando en lo que había soñado, tratando de una forma u otra de saber qué querría decir. (Ester 11, 11)

  • No te acalores, pensando en los malos ni envidies a los que cometen maldad. (Salmos 37, 1)

  • Gorgias llegó de noche al campamento judío, donde no encontró a nadie. Comenzó entonces a buscarlos por los cerros, pensando: «Huyen de nosotros.» (1 Macabeos 4, 5)

  • Los paganos que habían huido de Judea por temor a Judas, acudieron muy numerosos a Nicanor, pensando que las desgracias y la derrota de los judíos serían victoria para ellos. (2 Macabeos 14, 14)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina