Fondare 34 Risultati per: Sijón

  • Israel le mandó decir a Sijón, rey de los amoritas. (Números 21, 21)

  • Pero Sijón no dejó a Israel que atravesara por su territorio, reunió a todo su pueblo y salió al encuentro de Israel en el desierto. Cuando llegó a Jahasa, atacó a Israel. (Números 21, 23)

  • Jesbón era la ciudad de Sijón, rey de los amoritas. Este había vencido al anterior rey de Moab y se había apoderado de su tierra hasta el Arnón. (Números 21, 26)

  • De ahí que dicen los poetas: " Vengan a Jesbón, que sea reconstruida y fortificada, la ciudad de Sijón. (Números 21, 27)

  • Porque ha salido un fuego de Jesbón, una llama de la ciudad de Sijón. ¡Devoró Ar Moab y los Baales de los lugares altos del Arnón! (Números 21, 28)

  • ¡Ay de ti, Moab! ¡Estás perdido, pueblo de Camón! Hizo huir a tus hijos y tus hijas fueron llevadas cautivas por Sijón, rey de los Amoritas. (Números 21, 29)

  • Yavé le dijo a Moisés: "No temas: Lo he puesto en tus manos junto con todo su pueblo y todo su territorio. Lo tratarás como a Sijón, rey de los Amoritas, que vivía en Jesbón". (Números 21, 34)

  • Moisés dio a los hijos de Gad, a los de Rubén y a la media tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Sijón, rey de los amorreos, y el reino de Og, rey de Basán. Les dio el país con las ciudades comprendidas en sus fronteras y las ciudades vecinas. (Números 32, 33)

  • Esto sucedió después de derrotar a Sijón, rey de los amorreos, que habitaba en Jesbón, y a Og, rey de Basán, que reinaba en Astarot y en Edreí, (Deuteronomio 1, 4)

  • Marchen, pues, y pasen el torrente de Arnón. Miren, yo pongo en manos de ustedes a Sijón, rey de Jesbón, el amorreo, y todo su país. Empieza, pues, desde ahora, a ocupar su tierra y a hacerle la guerra, (Deuteronomio 2, 24)

  • Del desierto de Quedemot envié mensajeros a Sijón, rey de Jesbón, con estas palabras de paz: (Deuteronomio 2, 26)

  • Pero Sijón, rey de Jesbón, no quiso dejarnos pasar por allí, pues aquel día Yavé, nuestro Dios, quiso que se pusiera duro y cerrado, para que así cayera en nuestras manos. (Deuteronomio 2, 30)


“Seria mais fácil a Terra existir sem o sol do que sem a santa Missa!” São Padre Pio de Pietrelcina