6. desde la planta de los pies hasta la cabeza no les queda nada sano; sólo eridas, golpes, llagas vivas que no han sido envueltas ni vendadas ni aliviadas con aceite.





“Padre, eu não acredito no inferno – falou um penitente. Padre Pio disse: Acreditará quando for para lá?” São Padre Pio de Pietrelcina