Jeremías, 41

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Jeremías 41 describe el asesinato de Gedaliah, el gobernador designado por los babilonios para gobernar el remanente de Judá después de la caída de Jerusalén. Ismael, un descendiente real, Gedalia Forest y muchos otros judíos y babilonios que estaban con él. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:

2 Reyes 25:25: "Pero sucedió que, en el séptimo mes llegó Ismael, hijo de Netanias, hijo de Elisama, de ascendencia real, y diez hombres con él, e hirió a Gedaliah, y murió, junto con los judíos y Los caldeos que estaban con él en Mizpá ". Este versículo describe el mismo evento descrito en Jeremías 41: Ismael Mata Gedaliah y los que estaban con él en Mizpá.

2 Reyes 25:26: "Entonces toda la gente se levantó de la más pequeña a la más grande, junto con los capitanes del ejército, y fueron a Egipto, porque temían a los caldeos". Después del asesinato de Gedaliah, las personas que estaban con él huyeron a Egipto por miedo a las represalias babilónicas. Este versículo se relaciona con Jeremías 41, para ambos capítulos hablan del escape de la gente.

Jeremías 42:14: "No tengas al Rey de Babilonia, a quien te temes, no le temas, dice el Señor, porque estoy contigo para salvarte y librarte de tu mano". Jeremías le habla a los judíos que querían escapar a Egipto después del asesinato de Gedaliah. Se relaciona con Jeremías 41 porque ambos capítulos hablan sobre el miedo a la gente y sus intentos de protegerse.

2 reyes 25:23: "Pero cuando todos los capitanes del ejército y sus hombres escucharon que el rey de Babilonia había nombrado a Gedaliah por el gobernador, Gedaliah vino a Mizpá; pero Ismael, hijo de Netanias, y Joan, hijo de Careá, y Seraía, Hijo de Tanumette, de Netofa, y Jaazanias, hijo de la Maacatita, ellos y sus hombres ". Este versículo se relaciona con Jeremiah 41, ya que describe algunos de los personajes que aparecen en ambos capítulos: Ismael y Joan.

Jeremías 42:11: "No tengas al Rey de Babilonia, a quien te temes, no le temas, dice el Señor, porque estoy a ti para salvarte y que te entregues de tu mano". Este versículo es una repetición del versículo 3 y también se relaciona con Jeremías 41 porque ambos capítulos hablan sobre el miedo a las personas y sus intentos de protegerse.