30. Los guerreros de Babilonia dejaron de combatir, se quedaron en las fortalezas; se ha secado su vigor, se han vuelto como mujeres; sus moradas han sido incendiadas, se han roto sus cerrojos.





“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina