1. ¡Baja y siéntate en el polvo, virgen, hija de Babilonia! ¡Siéntate en el suelo, sin trono, hija de los caldeos! Porque ya no volverán a llamarte "Delicada" y "Refinada".





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina