II Samuel, 24
24. Pero el rey dijo a Arauná: "¡De ninguna manera! La compraré por su debido precio; no voy a ofrecer al Señor, mi Dios, holocaustos que no cuestan nada". Y David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.
24. Pero el rey dijo a Arauná: "¡De ninguna manera! La compraré por su debido precio; no voy a ofrecer al Señor, mi Dios, holocaustos que no cuestan nada". Y David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.
“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina