I Timoteo, 3

El Libro del Pueblo de Dios

12 Los diáconos deberán ser hombres casados una sola vez, que gobiernen bien a sus hijos y su propia casa.




Versículos relacionados com I Timoteo, 3:

1 Timothy 3 presenta una serie de requisitos para aquellos que desean servir como líderes en la iglesia, incluidos obispos y diáconos. Se destaca la importancia de la conducta ejemplar, el buen testimonio y las habilidades específicas para liderar y enseñar. Los siguientes son cinco versículos relacionados con los temas cubiertos en 1 Timoteo 3:

1 Pedro 5:2: "Pastorreal La bandada de Dios que está entre ustedes, no por vergüenza, sino espontáneamente, como Dios quiere; no por la codicia sórdida, sino de la buena voluntad" este versículo destaca la importancia de un corazón voluntario y separado Liderazgo, sin buscar beneficios personales o actuar por obligación, pero con una motivación genuina para servir al rebaño.

Tito 1:7-8: "Porque es necesario que el obispo sea sin culpa, como una descalificación de Dios; ni desinteresado ni dado al vino, ni golpeado, ni la codicia de la codicia, pero hospitalaria, amigable, moderada, justa, sagrada , templado "Este extracto destaca algunos de los requisitos específicos para ser un obispo, incluida la importancia de ser hospitalario, moderado, justo y santo, y no tiene características negativas como la ira, el orgullo y la codicia.

Proverbios 22:29: "¿Ves a un hombre diligente en su trabajo? Antes de que se pongan los reyes; no permanecerá entre los de la posición inferior" Este verso destaca la importancia de la diligencia y la excelencia en el trabajo, lo que puede resultar en Reconocimiento y avance en la posición de liderazgo.

1 Timoteo 4:16: "Tenga cuidado y doctrina; persevera en estas cosas; porque al hacerlo, te salvarás a ti mismo, tanto a ti mismo como a los que te escuchan" aquí, se enfatiza la necesidad de cuidar su propia conducta y la necesidad de cuidar su propia conducta y desde la fidelidad hasta la doctrina, que es esencial para la salvación no solo del líder, sino también de aquellos que están influenciados por él.

1 Corintios 9:27: "Antes de someter a mi cuerpo, y lo reduco a la servidumbre, de modo que, predicando a los demás, yo mismo no vengo de desaprobar" este verso destaca la importancia de la disciplina personal y la sumisión a la Espíritu santo, para evitar caer en la tentación y perder el testimonio de aquellos a quienes se les predica.


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