I Crónicas, 1
47. Cuando murió Hadad, lo sucedió Samlá, de Masrecá.
47. Cuando murió Hadad, lo sucedió Samlá, de Masrecá.
“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina