16. Al atardecer, cuando Jacob volvía del campo, Lía salió a su encuentro y le dijo: "Tienes que venir conmigo, porque he pagado por ti las mandrágoras que encontró mi hijo". Aquella noche Jacob durmió con ella,





“Seja paciente nas aflições que o Senhor lhe manda.” São Padre Pio de Pietrelcina