Talált 111 Eredmények: vergüenza

  • El Señor respondió: "Si su padre le hubiera escupido en el rostro, ¿no estaría ella cubierta de vergüenza durante siete días? Por tanto, que la echen fuera del campamento durante siete días, y luego podrá volver a él". (Números 12, 14)

  • Entonces Saúl se encendió en cólera contra Jonatán y le dijo: "¡Hijo de mala madre! ¡Ya sabía yo que eres amigo del hijo de Jesé para tu vergüenza y para vergüenza de tu madre! (I Samuel 20, 30)

  • Joab se presentó al rey, en su casa, y le dijo: "Hoy cubres de vergüenza a tus siervos, que han salvado hoy tu vida, la vida de tus hijos y de tus hijas, la de tus mujeres y tus concubinas, (II Samuel 19, 6)

  • Cuando David se enteró, mandó que les salieran al encuentro, porque aquellos hombres estaban llenos de vergüenza, y les dijeran de parte del rey: "Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y luego vendréis". (I Crónicas 19, 5)

  • Inmolaron el cordero pascual el día catorce del segundo mes. Llenos de vergüenza, los sacerdotes y los levitas se purificaron y ofrecieron holocaustos en el templo del Señor. (II Crónicas 30, 15)

  • y el Señor envió a un ángel, que aniquiló a todos los soldados, jefes y oficiales del campamento del rey de Asiria, el cual se vio obligado a regresar lleno de vergüenza a su tierra, donde murió asesinado a golpe de espada por sus propios hijos cuando estaba en el templo de su dios. (II Crónicas 32, 21)

  • Pero los habitantes de todas estas regiones despreciaron el llamamiento de Nabucodonosor, rey de Asiria, y no fueron con él a la guerra, porque no le temían; lo consideraban como un hombre cualquiera. Despidieron a sus emisarios con las manos vacías y llenos de vergüenza. (Judit 1, 11)

  • "¡Las esclavas nos han traicionado! Una mujer hebrea ha cubierto de vergüenza la casa de Nabucodonosor. Holofernes está tendido en el suelo sin cabeza". (Judit 14, 18)

  • Mas yo soy un gusano, que no un hombre, vergüenza de los hombres, escarnio de la plebe; (Salmos 22, 7)

  • Queden confundidos y deshonrados los que buscan mi vida, retrocedan cubiertos de vergüenza los que maquinan mi desgracia; (Salmos 35, 4)

  • Que todos a una se queden rojos de vergüenza, todos los que se alegran de mis males; que se cubran de vergüenza y de deshonra los que se consideran superiores a mí. (Salmos 35, 26)

  • no pasarán vergüenza en tiempos de desgracia, en los días de escasez no pasarán hambre. (Salmos 37, 19)


Jesus lhe quer bem, da maneira que só Ele sabe amar.” São Padre Pio de Pietrelcina