Talált 458 Eredmények: siempre

  • Después dijo: "¡He ahí al hombre, que ha llegado a ser como uno de nosotros por el conocimiento del bien y del mal! ¡No vaya ahora a tender su mano y tome del árbol de la vida, y comiendo de él viva para siempre!". (Génesis 3, 22)

  • El Señor dijo: "Mi espíritu no permanecerá por siempre en el hombre, porque es de carne. Sus días serán ciento veinte años". (Génesis 6, 3)

  • Al ver el Señor que la maldad de los hombres sobre la tierra era muy grande y que siempre estaban pensando en hacer el mal, (Génesis 6, 5)

  • El diluvio duró cuarenta días sobre la tierra; las aguas, siempre en crecida, levantaron en alto el arca, que flotaba sobre las aguas. (Génesis 7, 17)

  • Toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia para siempre. (Génesis 13, 15)

  • Él me respondió: El Señor, en cuya presencia he caminado siempre, enviará su ángel contigo y dará éxito a tu viaje. Tú tomarás para mi hijo una mujer de mi familia y de la casa de mi padre. (Génesis 24, 40)

  • Y continuó: "Dirás así a los israelitas: El Señor, Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre, éste mi recuerdo por todos los siglos". (Exodo 3, 15)

  • Y Moisés dijo al pueblo: "Recordad siempre este día, en el cual salisteis de Egipto, de la casa de la esclavitud, porque el Señor os ha sacado con mano fuerte. Por ello no habréis de comer nada fermentado". (Exodo 13, 3)

  • ¡Reina, Señor, por siempre jamás!". (Exodo 15, 18)

  • Y el Señor dijo a Moisés: "Yo llegaré hasta ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga cuando yo hable contigo y tenga siempre fe en ti". Y Moisés refirió al Señor las palabras del pueblo. (Exodo 19, 9)

  • Moisés dijo al pueblo: "No temáis, que el Señor ha venido sólo para probaros y para que su temor esté siempre en vosotros y no pequéis". (Exodo 20, 20)

  • el amo lo hará comparecer ante el Señor, lo acercará a la puerta de la casa o a la jamba y le perforará la oreja con un punzón; será su esclavo para siempre. (Exodo 21, 6)


“De que vale perder-se em vãos temores?” São Padre Pio de Pietrelcina