Talált 12 Eredmények: parecido

  • Los israelitas llamaron a este alimento maná. Era parecido a la semilla del cilantro, blanco, y su sabor como torta de miel. (Exodo 16, 31)

  • El maná era parecido a la semilla del cilantro, y su color era como de bedelio. (Números 11, 7)

  • A buena hora se pusieron en camino y llegaron a la boda. Al entrar en casa de Ragüel, encontraron a Tobías sentado a la mesa. Se levantó y saludó a Gabael, que se echó a llorar y lo bendijo así: "¡Hombre bueno y honrado, hijo de un hombre honrado, justo y limosnero! Que el Señor te bendiga con bendiciones celestiales a ti, a tu mujer, a su padre y a su madre. Bendito sea Dios, que he visto a Tobías tan parecido a mi primo Tobit". (Tobías 9, 6)

  • Judit le respondía: "Con mucho gusto bebo, señor, porque jamás me ha parecido la vida tan bella como hoy". (Judit 12, 18)

  • Nos ha parecido bien aceptar de los judíos el escudo. (I Macabeos 15, 20)

  • Yo, encontrándome enfermo, me acuerdo, agradecido, de vuestros honores y benevolencia. Volviendo de las regiones de Persia y habiendo contraído una enfermedad, me ha parecido necesario proveer a la seguridad común de todos. (II Macabeos 9, 21)

  • ¿A quién me vais a asemejar y comparar, dónde me encontraréis igual o parecido? (Isaías 46, 5)

  • Me ha parecido bien daros a conocer los prodigios y maravillas que ha hecho conmigo el Dios altísimo. (Daniel 3, 99)

  • me ha parecido también a mí, que he investigado cuidadosamente todo desde los orígenes, hacerte una narración ordenada, (Lucas 1, 3)

  • Pues de la misma manera que los hijos participan de la misma carne y sangre, también él participó de modo parecido, para reducir a la impotencia mediante la muerte a aquel que tiene el imperio de la muerte, es decir, al diablo, (Hebreos 2, 14)

  • El que estaba sentado tenía el aspecto de una piedra de jaspe y de sardónica. El trono estaba rodeado de un arco iris, parecido a la esmeralda. (Apocalipsis 4, 3)

  • El primero era parecido a un león, el segundo, a un toro; el tercero tenía la cara parecida a la de un hombre; y el cuarto, parecido a un águila que vuela. (Apocalipsis 4, 7)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina