Talált 86 Eredmények: fortaleza

  • ¡Ululad, naves de Tarsis, pues está destruida vuestra fortaleza! (Isaías 23, 14)

  • espíritu de justicia para el que se sienta a juzgar, y espíritu de fortaleza para el que rechaza a los que asaltan la puerta. (Isaías 28, 6)

  • Y ahora ha hablado el Señor, que desde el seno me formó para ser siervo suyo, para hacer que Jacob vuelva a él y reunir con él a Israel -pues glorioso era yo a los ojos del Señor y mi Dios era mi fortaleza-; (Isaías 49, 5)

  • Oh Señor, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de la tribulación; a ti vendrán las naciones desde los confines de la tierra y dirán: Sólo mentira poseyeron nuestros padres, vanidad e impotencia. (Jeremías 16, 19)

  • Con grillos lo encerraron en jaula, lo llevaron al rey de Babilonia, que lo metió en una fortaleza, para que no se oyera más su rugido por los montes de Israel. (Ezequiel 19, 9)

  • Trazarás un camino que lleve la espada a Rabat de los amonitas, y otra a Judá, a la fortaleza de Jerusalén. (Ezequiel 21, 25)

  • Derramaré mi ira en Pelusio, fortaleza de Egipto, y exterminaré la población de Tebas. (Ezequiel 30, 15)

  • En su lugar surgirá un vástago de sus raíces, que marchará contra el ejército del rey del norte, invadirá su fortaleza y le tratará como vencedor. (Daniel 11, 7)

  • Sus hijos se armarán y reunirán un gran ejército, que, irrumpiendo como un río, inundará, pasará y luego se concentrará de nuevo para asaltar su fortaleza. (Daniel 11, 10)

  • Mandará parte de sus fuerzas a profanar el santuario y la fortaleza; pondrán fin al sacrificio perpetuo, y en su lugar establecerán el sacrificio horrible. (Daniel 11, 31)

  • El Señor ruge desde Sión, hace oír su voz desde Jerusalén, y el cielo y la tierra se estremecen. Pero el Señor será un refugio para su pueblo, una fortaleza para los israelitas. (Joel 4, 16)

  • Él trae la ruina sobre el hombre fuerte y hace venir la destrucción sobre la fortaleza. (Amós 5, 9)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina