Talált 35 Eredmények: Supervivientes

  • Moisés dijo a Aarón y a sus hijos supervivientes, Eleazar e Itamar: "Tomad las sobras de la ofrenda quemada en honor del Señor y comedlas sin levadura junto al altar, pues es cosa santísima. (Levítico 10, 12)

  • A vuestros supervivientes les infundiré tal espanto en sus corazones cuando se encuentren en la tierra de sus enemigos, que el movimiento de una hoja los espantará, los hará huir, como se huye delante de la espada, y caerán sin que nadie los persiga. (Levítico 26, 36)

  • Los supervivientes perecerán en tierra enemiga a causa de las propias iniquidades y las de sus padres. (Levítico 26, 39)

  • Al día siguiente Saúl dividió al pueblo en tres cuerpos, que penetraron en el campamento antes del amanecer y estuvieron matando amonitas hasta el mediodía. Los supervivientes se dispersaron, hasta el punto de no quedar dos juntos. (I Samuel 11, 11)

  • Los supervivientes huyeron a la ciudad de Afec; pero la muralla se desplomó sobre los siete mil hombres que quedaban. También Ben Hadad huyó a la ciudad, escondiéndose de estancia en estancia. (I Reyes 20, 30)

  • derrotaron a los supervivientes de Amalec y se establecieron allí hasta el día de hoy. (I Crónicas 4, 43)

  • "Id y consultad al Señor por mí y por todos los supervivientes en Israel y en Judá acerca de las palabras de este libro que se ha encontrado, pues la cólera del Señor se ha encendido contra nosotros, porque nuestros padres no hicieron caso de las palabras de este libro, cumpliendo lo que está escrito en él". (II Crónicas 34, 21)

  • Y a todos los supervivientes, dondequiera que vivan, ayúdeles la población del lugar en que residen, proporcionándoles plata, oro, bienes, ganado, así como otras ofrendas voluntarias para el templo del Señor que está en Jerusalén". (Esdras 1, 4)

  • ¡Oh Señor, Dios de Israel!, gracias a tu justicia hemos podido subsistir como un resto de supervivientes. Nos reconocemos culpables ante ti, somos indignos de estar en tu presencia". (Esdras 9, 15)

  • Jananí, uno de mis hermanos, llegó con algunos hombres de Judá. Yo le pregunté por los judíos, los supervivientes salvados del destierro, y por Jerusalén. (Nehemías 1, 2)

  • Me dijeron: "Los supervivientes del destierro que quedan allí, en la provincia, se encuentran en gran estrechez y humillación; la muralla de Jerusalén está destrozada y sus puertas destruidas por el fuego". (Nehemías 1, 3)

  • Se maravillaban de su belleza y de los israelitas, y comentaban: "¿Quién puede despreciar al pueblo que tiene mujeres tan bellas? No sería prudente dejar ni un solo hombre, pues los supervivientes podrían seducir al mundo entero". (Judit 10, 19)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina