Talált 26 Eredmények: Bendice

  • El Dios de tu padre te ayuda, el todopoderoso te bendice: bendiciones que bajan del cielo, bendiciones que suben del abismo, bendiciones de pechos y seno, (Génesis 49, 25)

  • Si el Señor, tu Dios, te bendice tal como lo ha prometido, prestarás a muchas naciones sin necesidad de tomar de ellas prestado. Dominarás a muchos pueblos, y ellos no te dominarán. (Deuteronomio 15, 6)

  • sino que le darás a título de regalo algo de tu ganado, de tu era o de tu lagar, haciéndole partícipe en los bienes con que el Señor, tu Dios, te bendice a ti. (Deuteronomio 15, 14)

  • Mira desde tu santa morada, desde los cielos, y bendice a tu pueblo y a la tierra que nos has dado, como habías jurado a nuestros padres, tierra que mana leche y miel. (Deuteronomio 26, 15)

  • Bendice sus esfuerzos, Señor, y acepta la obra de sus manos. Parte los lomos de sus adversarios, y los que le odian que no se levanten. (Deuteronomio 33, 11)

  • bendice la casa de tu siervo para que subsista eternamente en tu presencia; porque aquel a quien tú bendices, será bendito para siempre". (I Crónicas 17, 27)

  • Bendice al Señor Dios en todo tiempo; pídele que tus caminos sean rectos y prósperos tus planes; porque no es del hombre el consejo, sino el Señor es quien da todos los bienes y humilla, según quiere, hasta lo más profundo. Recuerda, hijo mío, todos mis mandatos, y que jamás se borren de tu corazón. (Tobías 4, 19)

  • Da gracias dignamente al Señor y bendice al rey de los siglos, porque de nuevo su templo será con gozo construido, (Tobías 13, 11)

  • Bienaventurados también todos los hombres que lloren tus calamidades, porque se alegrarán en ti contemplando tu gloria para siempre. Alma mía, bendice al Señor, el rey grande, (Tobías 13, 16)

  • Salva a tu pueblo, bendice tu heredad, sé tú su pastor y guíalos siempre. (Salmos 28, 9)

  • El Señor da a su pueblo fortaleza, el Señor bendice a su pueblo con la paz. (Salmos 29, 11)

  • Los que el Señor bendice heredarán la tierra, los que maldice serán exterminados. (Salmos 37, 22)


“O trabalho é tão sagrado como a oração”. São Padre Pio de Pietrelcina