Talált 230 Eredmények: nuestra

  • Sí, vosotros sois nuestra gloria y nuestro gozo. (I Tesalonicenses 2, 20)

  • Por lo que respecta a la Venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, (II Tesalonicenses 2, 1)

  • que no os dejéis alterar tan fácilmente en vuestro ánimo, ni os alarméis por alguna manifestación del Espíritu, por algunas palabras o por alguna carta presentada como nuestra, que os haga suponer que está inminente el Día del Señor. (II Tesalonicenses 2, 2)

  • Pablo, apóstol de Cristo Jesús, por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza, (I Timoteo 1, 1)

  • Tú también guárdate de él, pues se ha opuesto tenazmente a nuestra predicación. (II Timoteo 4, 15)

  • Por tanto, hermanos santos, partícipes de una vocación celestial, considerad al apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe, a Jesús, (Hebreos 3, 1)

  • que nosotros tenemos como segura y sólida ancla de nuestra alma, y que penetra hasta más allá del velo, (Hebreos 6, 19)

  • ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo! (Hebreos 9, 14)

  • Simeón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo les ha cabido en suerte una fe tan preciosa como la nuestra. (II Pedro 1, 1)

  • En esto conoceremos que somos de la verdad, y tranquilizaremos nuestra conciencia ante Él, (I Juan 3, 19)

  • en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. (I Juan 3, 20)

  • pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. (I Juan 5, 4)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina