Talált 425 Eredmények: naciones

  • No caminéis según las costumbres de las naciones que yo voy a expulsar ante vosotros; pues, porque han obrado así, yo estoy asqueado de ellas. (Levítico 20, 23)

  • Los siervos y las siervas que tengas, serán de las naciones que os rodean; de ellos podréis adquirir siervos y siervas. (Levítico 25, 44)

  • A vosotros os esparciré entre las naciones, y desanvainaré la espada en pos de vosotros. Vuestra tierra será un yermo y vuestras ciudades una ruina. (Levítico 26, 33)

  • Pereceréis entre las naciones, y os devorará el país de vuestros enemigos. (Levítico 26, 38)

  • me acordaré, en su favor, de la alianza hecha con sus antepasados, a quienes saqué de la tierra de Egipto, ante los ojos de las naciones, para ser su Dios, yo Yahveh. (Levítico 26, 45)

  • De la cumbre de las peñas lo diviso, de lo alto de las colinas lo contemplo: es un pueblo que vive aparte; no es contado entre las naciones. (Números 23, 9)

  • Vio Balaam a Amalec, entonó su trova y dijo: «Primicias de las naciones, Amalec; pero al cabo perecerá para siempre.» (Números 24, 20)

  • Yahveh os dispersará entre los pueblos y no quedaréis más que unos pocos, en medio de las naciones adonde Yahveh os lleve. (Deuteronomio 4, 27)

  • desalojoó ante ti naciones más numerosas y fuertes que tú, te introdujo en su tierra y te la dio en herencia, como la tienes hoy. (Deuteronomio 4, 38)

  • Cuando Yahveh tu Dios te haya introducido en la tierra a la que vas a entrar para tomarla en posesión, y haya arrojado delante de ti a naciones numerosas: hititas, guirgasitas, amorreos, cananeos, perizitas, jivitas y jebuseos, siete naciones más numerosas y fuertes que tú, (Deuteronomio 7, 1)

  • Acaso digas en tu corazón: «Esas naciones son más numerosas que yo; ¿cómo voy a poder desalojarlas?» (Deuteronomio 7, 17)

  • Yahveh tu Dios irá arrojando a esas naciones de delante de ti poco a poco; no podrás exterminarlas de golpe, no sea que las bestias salvajes se multipliquen contra ti, (Deuteronomio 7, 22)


“É loucura fixar o olhar no que rapidamente passa”. São Padre Pio de Pietrelcina