Talált 27 Eredmények: hermosa

  • Anillo de oro en nariz de un puerco, mujer hermosa pero sin gusto. (Proverbios 11, 22)

  • Empieza a hablar mi amado, y me dice: «Levántate, amada mía, hermosa mía, y vente. (Cantar 2, 10)

  • Echa la higuera sus yemas, y las viñas en cierne exhalan su fragancia. ¡Levántate, amada mía, hermosa mía, y vente! (Cantar 2, 13)

  • ¡Toda hermosa eres, amada mía, no hay tacha en ti! (Cantar 4, 7)

  • ¡Qué hermosos tus amores, hermosa mía, novia! ¡Qué sabrosos tus amores! ¡más que el vino! ¡Y la fragancia de tus perfumes, más que todos los bálsamos! (Cantar 4, 10)

  • Hermosa eres, amiga mía, como Tirsá, encantadora, como Jerusalén, imponente como batallones. (Cantar 6, 4)

  • Aparta tu ojo de mujer hermosa, no te quedes mirando la belleza ajena. Por la belleza de la mujer se perdieron muchos, junto a ella el amor se inflama como fuego. (Eclesiástico 9, 8)

  • Todas las ovejas de Quedar se apiñarán junto a ti, los machos cabríos de Nebayot estarán a tu servicio. Subirán en holocausto agradable a mi altar, y mi hermosa Casa hermosearé aún más. (Isaías 60, 7)

  • Sámek. Sobre ti baten palmas todos los que pasan de camino; silban y menean la cabeza sobre la hija de Jerusalén. «¿Esa es la ciudad que llamaban la Hermosa, la alegría de toda la tierra?» (Lamentaciones 2, 15)

  • Brillabas así de oro y plata, vestida de lino fino, de seda y recamados. Flor de harina, miel y aceite era tu alimento. Te hiciste cada día más hermosa, y llegaste al esplendor de una reina. (Ezequiel 16, 13)

  • Aquel día alcé mi mano hacia ellos jurando sacarlos del país de Egipto hacia una tierra que había explorado para ellos, que mana leche y miel, la más hermosa de todas las tierras. (Ezequiel 20, 6)

  • Y, una vez más alcé mi mano hacia ellos en el desierto, jurando que no les dejaría entrar en la tierra que les había dado, que mana leche y miel, la más hermosa de todas las tierras. (Ezequiel 20, 15)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina