Talált 15 Eredmények: ganchos

  • Lo colgarás de cuatro postes de acacia, revestidos de oro, provistos de ganchos de oro y de sus cuatro basas de plata. (Exodo 26, 32)

  • Para la cortina harás cinco postes de acacia, que revestirás de oro; sus ganchos serán también de oro, y fundirás para ellos cinco basas de bronce. (Exodo 26, 37)

  • Sus veinte postes descansarán sobre veinte basas de bronce; sus ganchos y varillas serán de plata. (Exodo 27, 10)

  • A lo largo del lado septenrional habrá igualmente un cortinaje en una longitud de cien codos, con sus veinte postes que descansarán sobre veinte basas de bronce; los ganchos de los postes y sus varillas serán de plata. (Exodo 27, 11)

  • Todos los postes que rodean al atrio tendrán varillas de plata; sus ganchos serán de plata y sus basas de bronce. (Exodo 27, 17)

  • Hizo para colgarlo cuatro postes de acacia, revestidos de oro y provistos de ganchos de oro; fundió para ellos cuatro basas de plata. (Exodo 36, 36)

  • con sus cinco postes y sus ganchos. Revistió de oro sus capiteles y sus varillas y fundió en bronce sus cinco basas. (Exodo 36, 38)

  • Sus postes eran veinte, y veintes sus basas de bronce; los ganchos de los postes y sus varillas eran de plata. (Exodo 38, 10)

  • Por el lado septentrional había igualmente un cortinaje de cien codos. Sus postes eran veinte, y veinte sus basas de bronce; los ganchos de los postes y sus varillas eran de plata. (Exodo 38, 11)

  • En el lado occidental había un cortinaje de cincuenta codos. Sus postes eran diez, y diez sus basas; los ganchos de los postes y sus varillas eran de plata. (Exodo 38, 12)

  • Las basas de los postes eran de bronce, sus ganchos y sus varillas de plata. También sus capiteles estaban revestidos de plata, y todos los postes del atrio llevaban varillas de plata. (Exodo 38, 17)

  • Sus cuatro postes y sus cuatro basas eran de bronce; sus ganchos de plata, como también el revestimiento de sus capiteles y sus varillas. (Exodo 38, 19)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina