Talált 142 Eredmények: derecho

  • En cuanto a las ciudades de los levitas, los levitas tendrán siempre derecho de rescate sobre las casas de las ciudades de su propiedad. (Levítico 25, 32)

  • después de haberse vendido le quedará el derecho al rescate: uno de sus hermanos podrá rescatarlo. (Levítico 25, 48)

  • Y si su padre no tenía hermanos, daréis la herencia al pariente más próximo de su clan, el cual tomará posesión de ella. Esta será norma de derecho para los israelitas, según lo ordenó Yahveh a Moisés.» (Números 27, 11)

  • Esto será norma de derecho para vosotros y para vuestros descendientes, dondequiera que habitéis. (Números 35, 29)

  • No torcerás el derecho, no harás acepción de personas, no aceptarás soborno, porque el soborno cierra los ojos de los sabios y corrompe las palabras de los justos. (Deuteronomio 16, 19)

  • Este será el derecho de los sacerdotes sobre aquellos que ofrezcan un sacrificio de ganado mayor o menor: se dará al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el cuajar. (Deuteronomio 18, 3)

  • el día que reparta la herencia entre sus hijos no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la mujer que ama, en perjuicio del hijo de la mujer que no ama, que es el primogénito. (Deuteronomio 21, 16)

  • Sino que reconocerá como primogénito al hijo de ésta, dándole una parte doble de todo lo que posee: porque este hijo, primicias de su vigor, tiene derecho de primogenitura. (Deuteronomio 21, 17)

  • No torcerás el derecho del forastero ni del huérfano, ni tomarás en prenda el vestido de la viuda. (Deuteronomio 24, 17)

  • Maldito quien tuerza el derecho del forastero, el huérfano o la viuda. - Y todo el pueblo dirá: Amén. (Deuteronomio 27, 19)

  • Ehúd se hizo un puñal de dos filos, de un codo de largo, se lo ciño debajo de la ropa sobre el muslo derecho, (Jueces 3, 16)

  • Y Sansón palpó las dos columnas centrales sobre las que descansaba la casa, se apoyó contra ellas, en una con su brazo derecho, en la otra con el izquierdo, (Jueces 16, 29)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina