Talált 48 Eredmények: decreto

  • Guardad la fiesta de los Azimos, porque en ese mismo día saqué yo vuestros ejércitos de la tierra de Egipto. Guardad este día de generación en generación como decreto perpetuo. (Exodo 12, 17)

  • Guardad este mandato como decreto perpetuo para vosotros y vuestros hijos. (Exodo 12, 24)

  • Aarón y sus hijos lo tendrán dispuesto delante de Yahveh desde la tarde hasta la mañana en Tienda del Encuentro, fuera del velo que cuelga delante del Testimonio. Decreto perpetuo será éste para las generaciones de los israelitas. (Exodo 27, 21)

  • Aarón y sus hijos los llevarán al entrar en la Tienda del Encuentro, o al acercarse al altar para oficiar en el Santuario, para que no incurran en culpa y mueran. Decreto perpetuo será éste para él y su posteridad. (Exodo 28, 43)

  • ceñirás a Aarón y a sus hijos las fajas y les pondrás las mitras. A ellos les corresponderá el sacerdocio por decreto perpetuo. Así investirás a Aarón y a sus hijos. (Exodo 29, 9)

  • según decreto perpetuo, pertenecerán a Aarón y a sus hijos, como porción recibida de los israelitas, porque es ofrenda reservada; será reservada de lo que ofrecen los israelitas, en sus sacrificios de comunión como ofrenda reservada a Yahveh. (Exodo 29, 28)

  • Se lavarán las manos y los pies, y no morirán. Este será decreto perpetuo para ellos, para Aarón y su posteridad, de generación en generación. (Exodo 30, 21)

  • También la ofrecerá el sacerdote ungido que le suceda de entre sus hijos. Es decreto perpetuo. La oblación será totalmente quemada para Yahveh. (Levítico 6, 15)

  • Pues yo sustraigo a los israelitas, de sus sacrificios de comunión, el pecho mecido y la pierna reservada para dárselos al sacerdote Aarón y a sus hijos, por decreto perpetuo entre los israelitas. (Levítico 7, 34)

  • Esto mandó Yahveh que los israelitas les dieran el día en que los ungió, como decreto perpetuo de generación en generación. (Levítico 7, 36)

  • «Cuando hayáis de entrar en la Tienda del Encuentro, no bebáis vino ni bebida que pueda embriagar, ni tú ni tus hijos, no sea que muráis. Decreto perpetuo es éste para vuestros descendientes, (Levítico 10, 9)

  • Será éste para vosotros un decreto perpetuo: En el mes séptimo, el día décimo del mes, ayunaréis, y no haréis trabajo alguno, ni el nativo ni el forastero que reside en medio de vosotros. (Levítico 16, 29)


“No juízo final daremos contas a Deus até de uma palavra inútil que tenhamos dito.” São Padre Pio de Pietrelcina