Talált 36 Eredmények: conviene

  • Moisés respondió: «No conviene que se haga así, porque el sacrificio que ofrecemos a Yahveh, nuestro Dios, es abominación para los egipcios. ¿No nos apedrearían los egipcios si ofreciéramos ante sus ojos un sacrificio que para ellos es abominable? (Exodo 8, 22)

  • Amán dijo al rey Asuero: «Hay un pueblo disperso y diseminado entre los pueblos de todas las provincias de tu reino, con sus leyes, distintas de las de todos los pueblos, y que no cumplen las leyes reales. No conviene al rey dejarlos en paz. (Ester 3, 8)

  • Pero en relación con lo que él decidió presentar al rey, mandadnos algún emisario en cuanto lo hayáis examinado, para que lo expongamos en la forma que os conviene, ya que nos dirigimos a Antioquía, (II Macabeos 11, 36)

  • Porque, ¿quién sabe lo que conviene al hombre en su vida, durante los días contados de su vano vivir, que él los vive como una sombra? Pues ¿quién indicará al hombre lo que sucederá después de él bajo el sol? (Eclesiastés 6, 12)

  • En manos del Señor está el gobierno de la tierra, a su tiempo suscita para ella al que conviene. (Eclesiástico 10, 4)

  • Pues no a todos les conviene todo, y no a todo el mundo le gusta lo mismo. (Eclesiástico 37, 28)

  • pues contigo estoy yo - oráculo de Yahveh - para salvarte: pues acabaré con todas las naciones entre las cuales te dispersé. pero contigo no acabaré; aunque sí te corregiré como conviene, ya que impune no te dejaré. (Jeremías 30, 11)

  • Tú no temas, siervo mío Jacob, - oráculo de Yahveh - que contigo estoy yo, pues acabaré con todas las naciones adonde te empujé, pero contigo no acabaré; aunque sí te corregiré como conviene, ya que impune no te dejaré. (Jeremías 46, 28)

  • Jesús le respondió: «Déjame ahora, pues conviene que así cumplamos toda justicia.» Entonces le dejó. (Mateo 3, 15)

  • Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. (Mateo 5, 29)

  • Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna. (Mateo 5, 30)

  • porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir.» (Lucas 12, 12)


“De que vale perder-se em vãos temores?” São Padre Pio de Pietrelcina