Talált 37 Eredmények: vinieron

  • "No, respondió él; pero mi señor te manda decir: Hace apenas un momento vinieron a verme dos muchachos de la montaña de Efraím, de la comunidad de profetas. Te ruego que me des para ellos un talento de plata y dos mudas de ropa". (II Reyes 5, 22)

  • y Jehú envió mensajeros por todo Israel. Entonces vinieron todos los fieles de Baal, no quedó nadie sin venir. Entraron en el templo de Baal, y el templo se llenó de bote en bote. (II Reyes 10, 21)

  • Entonces el profeta Isaías se presentó al rey Ezequías y le preguntó: "¿Qué te ha dicho esa gente y de dónde ha venido?". Ezequías respondió: "Vinieron de un país lejano, de Babilonia". (II Reyes 20, 14)

  • Todos los hombres de Israel que estaban en el valle, al ver que la gente huía y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron sus ciudades y se dieron a la fuga. Luego vinieron los filisteos y se establecieron allí. (I Crónicas 10, 7)

  • Los filisteos vinieron y se desplegaron por el valle de Refaím. (I Crónicas 14, 9)

  • Ese fue un gran día de fiesta para todos los judíos de Nínive, y los sobrinos de Tobit, Ajicar y Nadab, vinieron a compartir su alegría. (Tobías 11, 18)

  • Vinieron entonces a su encuentro los príncipes de los hijos de Esaú, todos los jefes del pueblo de Moab y los oficiales del litoral, y le dijeron: (Judit 7, 8)

  • El sumo sacerdote Joaquím y los ancianos del pueblo de Israel que habitaban en Jerusalén vinieron para contemplar los beneficios con que Dios había colmado a Israel, y también para ver a Judit y saludarla. (Judit 15, 8)

  • Cuando los habitantes de Zif vinieron a decir a Saúl: "¿No se ha escondido David entre nosotros?". (Salmos 54, 2)

  • dio una orden y vinieron los insectos, los mosquitos invadieron el país. (Salmos 105, 31)

  • dio una orden, y vinieron langostas y pulgones en número incontable, (Salmos 105, 34)

  • Junto con ella me vinieron todos los bienes, y ella tenía en sus manos una riqueza incalculable. (Sabiduría 7, 11)


“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina